La oferta gastronómica de los hoteles barceloneses de los últimos años ha crecido mucho y bien. El Hotel Arts fue uno de los que más claro lo tuvo desde el principio, alojando dos magníficos restaurantes en su complejo. El
Arola lo frecuento más, pero no pasaba por la Enoteca desde que que Paco Pérez asumió el mando. Curioso contraste. De negro a blanco. Si hace apenas unos días estaba en el
Black, también asesorado por Paco, el interiorismo de la Enoteca es radicalmente opuesto. Luz a raudales y dominio del blanco, apenas roto por los toques de madera y un buen número de botellas de vino que, a modo de decoración, se reparten en sus estanterías...
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