La cocina con Saladmaster

A pesar de haber sido fundada en 1946, puede que Saladmaster no suene en el mercado tanto como otros nombres de prestigio en el segmento de baterías de cocina y complementos. Probablemente, su canal de ventas, exclusivamente de forma directa con la ayuda de presentaciones a domicilio, limite el alcance y perjudique su poder mediático frente a marcas que se publicitan en multitud de medios y venden a través de distribuidores, tiendas especializadas o grandes almacenes.

La cuestión es que hace mucho tiempo que están especializados en los sistemas de cocción de primer orden, y que desde hace 6 años han empezado a fabricar sus sistemas con 316Ti, una avanzada versión de acero inoxidable estabilizado con titanio que garantiza un alto porcentaje de conservación de los nutrientes y preserva de forma notoria la transferencia de sabores que provocan otros materiales.

Reconozco que soy bastante escéptico con las demostraciones de producto en casas particulares, pero atraídos por una recomendación, quisimos hacer la prueba. En la sesión, asistimos a la preparación de, entre otros platos, un pastel de manzana (formato bizcocho, esponjoso, muy correcto), una lasaña de verduras en la que sorprendía por elaboración desde pasta seca sin ningún tipo de cocción inicial y, un pollo a la plancha que se hizo sin una gota de aceite y que, siendo simplemente pollo, fue el plato que más gustó al que suscribe, resultando tierno y jugoso, no echándose de menos la ausencia total de sal.

Es evidente que nuestras técnicas de cocción con estas baterías requieren un pequeño aprendizaje (leve, y nada que no suceda con otros sistemas), pero también es innegable la pureza de sabores del resultado y la posibilidad de acceder a una auténtica cocina sin grasas ni líquidos añadidos. Esta es, de hecho, la mayor de sus virtudes, haciéndola altamente recomendable para aquellos que valoren unos hábitos de cocina saludable.

Los precios no son bajos, situándose en un rango de importes al nivel de otras opciones de gama alta. En su favor, el ahorro de consumo que suponen las cocciones rápidas y de baja intensidad, la garantía de por vida y la posibilidad de pago fraccionado.

La calidad, incuestionable. La decisión, vuestra.


Más información:
Saladmaster
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